Existen gran cantidad de profesionales que recomiendan realizar dietas y cambios de alimentación. Este gran número de recomendaciones hace que la mayoría de las personas se sientan abrumadas y perdidas a la hora de elegir el profesional que solucione su aumento de peso, posibles intolerancias, malestar general o patologías más graves.
Si a todo ésto le añadimos, la importancia de las emociones en este proceso llegará un momento que muchos tiremos la toalla y sigamos con nuestros hábitos poco saludables o siguiendo las tendencias de algún personaje público o de los medios de comunicación.
Depende de tus creencias, de la influencia sociocultural e incluso de tus prácticas religiosas o las de tu familia de origen. Igualmente, el concepto de lo que consideras saludable, la zona en la que vives, las instituciones y mucho más.
Como recomendación final, si tu objetivo es saber cual es lo mejor para tí, lo más natural es observar qué alimentos te hacen sentir bien y cuales te producen ansiedad, malestar o inflamación. Analizar, si estas sensaciones son puntuales o están ahí desde hace tiempo. Y sobre todo, ser honesto, conocerte y preguntarte qué está pasando en tu vida en este momento, qué pasó o qué no quieres que ocurra.
Después consulta con tu médico de familia para saber si tienes alguna intolerancia a ciertos alimentos o intoxicación por pesticidas u otros tóxicos y empieza a probar un tratamiento.
Existen médicos especialistas, naturópatas y nutricionistas que te pueden ayudar en el proceso hacia tu bienestar.
Sed conscientes que optar por alguno de estas tendencias o movimientos, conlleva en la mayoría de los casos cambiar el estilo de vida.
Recordemos que en un futuro próximo las dietas van a ser personalizadas, porque cada ser humano es único al igual que sus necesidades.